Ronald apareció ante el umbral de la que había sido la puerta a la sala de mando justo cuando la bola azul y blanca acababa de centrarse en la ventana de observación. Mientras avanzaba, las palabras eran reemplazadas por los continuos chasquidos emitidos desde las diversas fugas. Las chispas constituían una fuente de luz intermitente aparte de la azulada producida por los fluorescentes de emergencia. Era difícil no tropezarse con alguno de los innumerables objetos que flotaban por la estancia y unos escombros lo delataron. La figura, en pie frente a la bóveda, no se volvió.
—Si fuera posible oír su movimiento me sonaría como la más bella de las melodías.
—¿Se ha vuelto un poeta?
Ronald prosiguió, alentado por el comentario.
—Y quién no, frente a esta imagen.
—Verdaderamente había muchas ganas de volver a verla...
Juntos, almirante y oficial, observaron
3 comentarios:
Me gustaría estar allí aunque eso supondría un mal presagio para el resto
¿final? ... no lo creo
http://es.youtube.com/watch?v=erVt0ozPRN0
El final muy estilo Asimov... En realidad todo el relato jeje :-p. ¿Para Asimov todo funcionamiento tecnológico avanzado iba con energía nuclear, era el momento, y para la ciencia-ficción de hoy?
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