domingo, junio 17, 2007

En el banco del acusado.

Todo el mundo sabe que a nuestro cyber-amigo Coroncha le encanta hablar de sí mismo. El que los demás no compartan esa pasión hace que sea, digamos delicado, mencionar ocho cosas sobre uno mismo sin recurrir a insidiosas vulgaridades como el culo de Pampita.

Reglas:
-Cada jugador cuenta ocho cosas de sí mismo.
-Además tendrá que escribir las reglas en su blog.
-Por último, seleccionar a sus víctimas.
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Prefiero los sabores salados, ácidos y amargos frente a los dulces. No es que no me gusten, en realidad como de todo salvo moluscos testáceos –ni os imagináis el tiempo que tardé en encontrar una expresión que no diera lugar a malentendidos cuando intentaba explicar este punto-. Suelo mostrar indiferencia frente a los postres, en especial desde que dejé de comer chocolate hace años, por lo que conviene a mi cabeza traviesa. Allá donde la gente bebe 43, Leralion pide un Tanqueray con tónica. Me gusta la Coca-cola Zero, aunque nunca mezclada. Las meriendas de palomitas con té ya son todo un clásico, al menos hasta que me moderé con el té para evitar una vez más los dolores frecuentes de cabeza. Las palomitas de colores me parecen una blasfemia. Me como los trozos de limón, a veces con pulpa. El café siempre solo, y grande, americano o largo de agua.

Pocas cosas me alegran por las mañanas. Me refiero a esas mañanas del curso avanzado en las que estás harto de madrugar y sabes que vas a clase básicamente a copiar, porque la mayor parte del tiempo tienes puesto el piloto automático. La ducha siempre ayuda a despejar, pero luego llega mi pequeño capricho: un vaso de leche fría. El vaso tiene que ser de cristal. Disfruto ese momento, mirando la leche a través del vidrio y paladeando su sabor. Es como una pequeña satisfacción, íntima y discreta, de la que puedes gozar en presencia de los demás sin que vean nada más que a una persona desayunando. La picaresca de lo prohibido descubierta en lo cotidiano. Ese sentimiento me ayuda a comenzar bien el día.

Me encanta viajar. Es el mejor método para escapar de la rutina con la seguridad de que podrás regresar a ella algún día. Conocer nuevos lugares, patearme ciudades extrañas, y por qué no, también hacerme fotos propias de documentales. Cuando viajas algo tuyo se queda en el sitio que has visitado, y algo nuevo vuelve contigo. En las diferentes situaciones extrañas que se dan notas en tus reacciones cómo ha pasado el tiempo. Y cuando estás de vuelta, en el tren, en el coche, en el avión, resulta casi inevitable que este tipo de reflexiones acudan a ti. Viajar es la opción más adecuada para depurar el alma y recuperarse de muchas cosas.

Soy un vago. Sé que es un aspecto impreso en la naturaleza humana, pero estoy convencido de que voy mucho más allá del intento por minimizar la energía. Las pocas cosas buenas que tengo –sí, joder, todo eso que os refriego a diario por la cara- se atenúan por la vagancia. Es habitual que lo deje todo para el último momento en el que mi sentido de la responsabilidad me arrastrará hasta un infierno de ingentes pilas de apuntes que no arden. También empezar algo y no acabarlo, como relatos o miniaturas. Mi habitación es un desastre. Toda desordenada, con libros y papeles por el suelo. Pero eso sí, cuando me hace falta algo sé perfectamente dónde está.

También soy maniático. A pesar de lo dicho en el punto anterior, si me empeño en que algo tiene que estar en determinada posición tengo que poner todo mi empeño en que mantenga dicho estado. De no ser así, algo malo podría desencadenarse. Algo así me pasa con las posiciones de los interruptores de las luces o los apuntes en la carpeta. Antes era todavía más habitual necesitar tocar con una mano algo que ya hubiera tocado con la otra, o lo mismo con los pies y las líneas de las aceras, o pisar sólo en las líneas de los pasos de peatones. Hubo una temporada en la que tenía que pisar todas las tapas de alcantarilla de la calle. Llegaba a clasificar los gallumbos según el estado de ánimo que esperaba tener el día que los pusiera.

¿Os he contado alguna vez que me gusta leer Ciencia Ficción? A decir verdad me gusta leer en general, pero no voy a negar mi género predilecto. He encontrado de todo: libros malos, libros pasables y verdaderas joyas. Para mí algunas de esas joyas en la Ciencia Ficción, por citar varias, son Crónicas Marcianas, Dune, el Juego de Ender, 2001, una odisea en el espacio y la trilogía de Marte. Sé que lo he dicho muchas veces, pero aunque parezca que no, ocho cosas sobre uno mismo suplen más de lo que se piensa. Al final resultará que somos unos simples.

Soy una persona muy nerviosa. Aunque no se me suele notar, porque no lo exteriorizo. Por otro lado duermo muy bien, así que no me quejo en ese aspecto. Sin embargo, mis nervios conllevan otros inconvenientes como problemas en la piel o aumento de la frecuencia de las migrañas. En ocasiones especiales se reflejan de las más variopintas maneras y me dan accesos de hipocondría. Pero nada grave, que siempre tengo los pies en la tierra.

Soy malísimo para recordar caras. De presentarme gente y al día siguiente encontrármelas por la calle y poder jurar que no los había visto en mi vida. Pau puede dar fe de ello. Para que se me quede bien un rostro, ya me tiene que llamar la atención por algo determinado, ya tengo que ver a esa persona unas cuantas veces en poco tiempo. O ver fotos, en fotos se me quedan mejor.


Ha llegado la hora de que rueden cabezas. Veamos…

Hablando de cabronadas.

Secundo la nominación de Sveret.

¿Gudrilkja será tan sádica como aparenta?

Incluiría al Sr. Nadie para que nos contara algo, pero lleva una temporada desaparecido.

Paupablo seguro que nos sorprende.

Y por último vamos a pasar el primer meme al recién estrenado fotolog de Saruskii.


P.S.: Vamos, confesad: Sé que habéis pospuesto la lectura para ver el culo de Pampita.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Serás joputa ¬¬

coroncha dijo...

y yo como gran soquete entro para ver el dichoso monumento al gluteo.....



bienvenida al meme gu

Leralion dijo...

¡Buajajajaja!

Anónimo dijo...

Blep blep blep. Encima me robas la mitad de las víctimas disponibles.

coroncha dijo...

puhahahahah


a buscar por otros lares :P

Anónimo dijo...

No se si stoy preparada para la nominacion... :P

m sorprende lo de el te con palomitas! jaja

Anónimo dijo...

Yo antes de leer paré en lo de pampita, por supuesto. Luego ya leí. Pero lo primero ye lo primero.

Anónimo dijo...

Oye, que lo dejo (lo de contestar) pa mañana. Que tengo examen y eso. Así mañana, en fase post-traumática, puedo escribir 8 cosas horribles.

Leralion dijo...

Eso, eso. Así promete. Yo también tengo examen maloso :s

Hambleto dijo...

Hola, pasaba a saludarte...vago, je je.