-¡Quiero maíz! -gritaba.
Me acordé de Jane subiendo aquella misma colina mientras yo cargaba la enorme bolsa de botellas. Sólo que cuando ella gritó "¡Quiero maíz!" fue como si quisiera que le devolvieran el mundo entero, el mundo en el que por alguna razón ella no había participado, o el mundo que por alguna razón la había dejado de lado. El maíz iba a ser su victoria, su premio, su venganza, su canción. Pero cuando Francine gritó "¡Quiero maíz!" sonaba malhumorada, su voz era una queja, y no era la voz desesperada de una borracha. [...] Entonces, cuando Francine empezó a arrancar las mazorcas me di cuenta de que no era lo mismo, que nunca podría ser lo mismo. Francine era una actriz. Jane era una borracha enloquecida. Completa y definitivamente loca.
Me acordé de Jane subiendo aquella misma colina mientras yo cargaba la enorme bolsa de botellas. Sólo que cuando ella gritó "¡Quiero maíz!" fue como si quisiera que le devolvieran el mundo entero, el mundo en el que por alguna razón ella no había participado, o el mundo que por alguna razón la había dejado de lado. El maíz iba a ser su victoria, su premio, su venganza, su canción. Pero cuando Francine gritó "¡Quiero maíz!" sonaba malhumorada, su voz era una queja, y no era la voz desesperada de una borracha. [...] Entonces, cuando Francine empezó a arrancar las mazorcas me di cuenta de que no era lo mismo, que nunca podría ser lo mismo. Francine era una actriz. Jane era una borracha enloquecida. Completa y definitivamente loca.
Hollywood. Charles Bukowski.
1 comentario:
Entróme gana de beber cerveza.
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