sábado, octubre 13, 2007

La mosca. (2007)

Sí, efectivamente. Justo esto quería enseñarte. Eso es. Es una mosca. Pero no una mosca cualquiera ¿eh? Es mi mosca. Pero no me pongas esa cara. Es una mosca especial. Una parte de mi identidad. Mi alma se ha fragmentado entre esa mosca y yo. Esta mosca forma parte de mí. De mi conciencia. De mis puntos de vista. De mis opiniones. De mis genialidades. De mis errores. Esta mosca es yo mismo y yo soy esta mosca. Que cómo se me ha metido en la cabeza. No lo sé. Sólo sé que ha salido. Estaba orinando tranquilamente cuando esta mosca salió del chorro, sabes. La mosca salió de mí mismo. La mosca es parte de mi ser. La cacé. Estaba aquí, en esta caja, la mosca, tratando de salir. Ahora apenas se mueve. La mosca se ha resignado. La he mareado moviendo la caja. Disfruté oyendo cómo golpeaba el plástico de las paredes. Poc, poc, poc, un sonido gracioso. Me gusta torturar a la mosca, poc, poc, poc. Pero ahora no se mueve. Temo haberla matado. Pero mueve de vez en cuando las patas. Como quien se frota las palmas tan seguro de su triunfo. Maldita mosca, poc, poc, poc. Ya no es tan divertido. Es mi mosca ¿sabes? No importa que no me creas. Esta mosca soy yo. Diría que te reconoce. Pero está demasiado atontada. ¿Crees que debería comérmela? Quizá se muriera. Si la mosca se muere yo me moriría. Puede que vuelva a salir. No me ha dolido, no me importaría. Aunque me aterra pensar que la mosca pudiera escapar. ¿Qué haría por ahí suelta? La matarían sin duda. No me gustaría acabar mis días atrapado en una tela con un aguijón clavado, sabes. Poc, poc, poc, despierta. Me oyes, como termines pegada en un hilo nunca te lo perdonaré. Mejor no me la como. Iría a la sangre, no a mi alma. Aunque el alma se alimenta de sangre. Pero no de partes de sí mismo. Eso sería una brutalidad. Si en algo se caracteriza el alma es en su aparente refinamiento. Los humanos no son refinados. Ni las moscas. A ambos les gusta remover en la mierda. El alma huye de la bestialidad natural. Pero no lo consigue. Pues se alimenta de sangre. Algo me dice que esta mosca tiene escarcha en la sangre. Si no consigo absorberla matará una parte de mí. Pero ahí sigue. Se frota las manos. Me estoy suicidando, no te das cuenta. Me estoy suicidando delante de mis narices. En una caja diminuta. Llevada por mi propia mano. Oh, claro. Para ti es muy fácil. Suelta la mosca. Suelta la mosca. Si la suelto me dejará mutilado. No volveré a ser el mismo. La odio. Nada me gustaría más que dejarla ir. Pero no puedo. Soy yo. Me perdería. Y luego vendrán más. Una mosca. Dos moscas. Diez moscas. Cien moscas. Miles de moscas. Todo un enjambre de moscas. No tendré cajas para todas las moscas, maldita sea. Puede que la segunda duela. O la tercera. Puede que comience a desintegrarme como individuo a partir de la docena de moscas. Tienes que ayudarme. He de absorber esta mosca. Pero ya no puedo. Si la como la mataría. Si la suelto la matarían. La llevaré siempre conmigo. En su cajita. Tendré que alimentarla. Parece que no come. La escarcha se adueña de ella con el tiempo. Las llevaré siempre conmigo, en sus cajitas. Y podré mirarlas. Y golpearlas a placer. Poc, poc, poc, poc. Pero no podré ser ellas de nuevo. Y en cambio yo soy todas las moscas. Y todas las moscas son yo. Poc, poc, poc, vaya, es realmente divertido.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Degeneradoloscojones.

Leralion dijo...

Muy ilustrativo.

Anónimo dijo...

yo simplemente dejaria de torturarla, bueno de torturarte, bueno eso,ya me entiendes, je

me gusta

Anónimo dijo...

Ah, cómo te superas a ti mismo cada vez...

Anónimo dijo...

Estaba orinando tranquilamente cuando esta mosca salió del chorro, sabes.... ????








Entonces ya teneis el viaje preparado??

Leralion dijo...

Sí, ya sabes, es un elemento kafkiano.