domingo, mayo 16, 2010

Regreso a Marte Verde.

Pero lo que no comprendieron fue que cuando llegáramos a Marte estaríamos tan cambiados por el viaje que ya nada importaría de todo lo que nos habían dicho que hiciéramos.

Marte Rojo. Kim Stanley Robinson.


Amanece en Mellas Chasma:


Vista del cable del ascensor espacial:


Captura aérea del cráter de Pavonis Mons:


Kasei Vallis:


Montes Hellespontus:


Utopia Planitia:


Olympia Undae, dunas en Marte:


Xanthe Terra, erosión por antiguos flujos de agua:


Nadeni Vallis:


Ascraeus Mons:


Acidalia Colles:


Montes Nereidium:


Paraje de Syrtis Major, un día despejado:


Biología modificada:


Noctis Labyrinthus:



Ésta es una de esas entradas de entreguerras, una entrada de recopilación, de reflexión, de autocrítica. Es uno de esos paréntesis tan necesarios a veces, cuando los acontecimientos deciden precipitarse y cobrar una velocidad inalcanzable para nuestros mecanismos de aceptación, integrados por pistones perezosos y engranajes oxidados, difíciles de mover los que están parados, difíciles de parar los que están girando.

Ésta es una entrada de afirmación. Quiero decirme a mí mismo que estoy aquí, que todavía tengo fuerzas, que hay millones de cosas por hacer. Quiero demostrarme que después de todo sigo soñando con Marte; que no es el País de Nunca Jamás, y por tanto puedo volver. Quiero recordarme que Marte no es un mundo imaginado, que no es una evasión, que salpica la realidad en todo lo que hago. Porque no hacen falta grandes actos para cambiar el mundo; no es necesario construir un bucle de Lofstrom, ni enriquecer la atmósfera, ni introducir vegetación modificada genéticamente; no es crucial diseñar una soleta que concentre los rayos de un Sol lejano, no tendremos que derretir el permafrost, ni llenar grandes cuencas de agua; no queremos crear nuevos mares porque los siete que tenemos nos queden pequeños. No hacen falta grandes palabras que nos llenen la boca, sino más bien un modesto silencio acorralado entre miradas. No son los cambios drásticos, revolucionarios, los que nos calan en lo más hondo, sino el continuo moldeado de las ideas, de las relaciones, de las personas -la erosión de la vida- que da forma con calor, con dolor, con sonrisas y con alguna sorpresa. Por esto he colgado unas fotos de Marte, de Marte Verde. Un mundo real, al alcance de todos.

Marte estaba vacío antes de que llegáramos. Esto no significa que nunca hubiera habido nada. El planeta había conocido dilataciones, fusiones, perturbaciones, y al fin se había enfriado, dejando una superficie marcada por inmensas cicatrices geológicas: cráteres, cañones, volcanes.

5 comentarios:

Dors-seldon dijo...

Me has hecho recordar un libro que me regalaron hace casi dos años justos atrás y que me costó leerme, pero que aún sigue en mi memoria, esperando que en un futuro se vuelva a encontrar con sus sucesores.

Primero de todo... ¿Cómo carajo de acuerdas de todos esos nombres? ¿Es que has hecho un trabajo a fondo de los libros de nuevo para poner los nombres a las fotos?

Y respecto a tu reflexión final... Simplemente, gracias, gracias por recordarlo, por recordarmelo :) .

Eva dijo...

Un entrada fantástica, en realidad tienes un blog impresionante sí señor.

He estado buscando algún mail con el que contactar contigo pero no he dado con él así que te hago la propuesta sin más.

Soy la coordinadora de la revista Generación Zero; estamos trabajando para que la siguiente publicación (a principios de agosto) sea sobre CiFi, un amigo de OcioZero.com me había recomendado que echase un vistazo a tu blog, y me preguntaba si no estarías interesado en mandarnos algún relato, artículo, reportaje... lo que sea sobre el tema.

Ya me dirás algo, te dejo un enlace para que puedas ver el útlimo número de la revista, es de literatura, espero que te guste.

http://www.calameo.com/read/000283480edb4bed1c95a

Si tienes preguntas, ideas o te animas mándame un mail a:
generacionzero.admin@gmail.com

Un saludo!
Eva.

Leralion dijo...

@Dors: Claro que no me acuerdo de todos, confieso que tuve que volver sobre algunas cosas para recordar algunos. Pero lo importante nunca se olvida. :)

@Eva: Me alegra que te guste el blog. Te enviaré un e-mail para comentar esas cosillas. Muchas gracias.

Nodicho dijo...

Escribes muy bien, chaval. Me gusta tu Marte Verde y me hubiera encantando que la entrada fuera más larga.

nOS VEMOS PRONTO.

Desde mi realidad dijo...

Me ha gustado todo: las imágenes, las palabras y la forma de contarlo.
Un beso y feliz domingo.