sábado, octubre 24, 2009

Las sirenas de Titán.

Rataplán, plan, plan;
Rataplán, plan, plan;
¡Plan, rataplán!
¡Plan, rataplán!
Rataplán, rataplán, plan, rataplán.

Tambores de Marte.

Si tuviera que describir brevemente la opinión que merece lo que he leído de Kurt Vonnegut diría, poco convencido, que se trata de una ciencia ficción extraña. Que es una ciencia ficción alocada, cargada de situaciones disparatadas o directamente absurdas y una genialidad desconcertante. Y que, a pesar de todos estos elementos, novelas como Matadero cinco o Las sirenas de Titán, están lejos de ser humorísticas y no son menos ciertas que cualquier obra sacada del horno de la ciencia ficción hard.


Kurt Vonnegut nació en Indianápolis en 1922 y nos dejó hace algo más de dos años. Su biografía está repleta de datos curiosos y descorazonadores. Abandonó sus estudios en la Universidad Butler cuando un profesor le dijo que sus relatos no eran lo bastante buenos. Estudió bioquímica durante dos años (1941-42) en la Universidad de Cornell, donde trabajó como ayudante de director editorial para un periódico de los estudiantes, hasta que ingresó en el Instituto de Tecnología Carnegie en 1943. Poco después se alistó en el ejército y tomó parte en la Segunda Guerra Mundial, donde viviría una serie de episodios traumáticos. El Día de la Madre de 1944 se suicidó su madre. Fue aislado de su batallón durante la Batalla de las Ardenas y capturado por los alemanes tras vagar en soledad durante varios días. Vivió en primera persona, como prisionero de guerra, el bombardeo de Dresde. Fue uno de los 7 prisioneros norteamericanos que lograron sobrevivir en Dresde, en un sótano destinado a empaquetar carne, llamado Matadero Cinco. Liberado posteriormente por las tropas soviéticas, fue recompensado con un Corazón Púrpura. Tras la guerra, estudió Antropología en la Universidad de Chicago y trabajó como reportero. En 1946 reprobaron su tesis, titulada On the Fluctuations between Good and Evil in Simple Tales, aunque más tarde le concedieron el título. Abandonó Chicago para trabajar en el departamento de relaciones públicas de General Electric en el estado de Nueva York. En 1950 publicó su primer relato y en 1952 vio la luz su primera novela, titulada La pianola. A la que siguieron obras como Las sirenas de Titán (1959), Cuna de gato (1963), Matadero cinco (1969), El desayuno de los campeones (1973) y Galápagos (1985).


El argumento de Las sirenas de Titán gira en torno a Winston Niles Rumfoord y un perro Kazak que en su viaje a Marte son absorbidos por un infundibulum crono-sinclástico. Para los lectores que desconozcan la naturaleza de este fenómeno, trascribo un fragmento de la novela:


Cualquier explicación breve sobre los infundibula crono-sinclásticos ofenderá seguramente a los especialistas en la materia. Como quiera que sea, la mejor explicación breve es probablemente la del Dr. Cyril Hall, que aparece en la decimocuarta edición de la "Enciclopedia infantil de maravillas e inventos". Reproducimos aquí el artículo completo, amablemente autorizados por los editores:


Infundibula crono-sinclásticos. Imagina que tu papá es el hombre más inteligente de la tierra, y que conoce todo lo que existe, tiene razón en todo y puede probarlo. Imagina ahora a otro chico en otro lindo mundo, a millones de años luz de distancia, y que el papá de ese chico es el hombre más inteligente de ese lindo mundo tan lejano. Y que es tan inteligente y tiene tanta razón como tu papá. Los dos papás son inteligentes, los dos papás tienen razón.

Sólo que si llegaran a encontrarse, se pelearían muchísimo, porque no estarían de acuerdo en nada. Tú puedes decir que tu papá tiene razón y que el papá del otro chico está equivocado, pero el Universo es un lugar enormemente grande. Hay espacio bastante para una inmensa cantidad de gente que tiene razón y sin embargo no se pone de acuerdo.

La razón de que los dos papás tengan razón y sin embargo se peleen tanto es la de que hay muchísimas maneras de tener razón. Pero hay lugares en el Universo donde cada papá puede al fin pescar lo que el otro papá esta diciendo. En esos lugares todas las clases diferentes de verdades se ajustan tan bien como las piezas del reloj solar de tu papá. A esos lugares se les llama infundibula crono-sinclásticos. [...]

Las sirenas de Titán. Kurt Vonnegut.


Rumfoord, convertido en un fenómeno ondulatorio extendido desde el Sol hasta Betelgeuse, aprovechará su nueva concepción del Universo, infundibulada crono-sinclásticamente, para intentar hacer de la Tierra un mundo mejor. Vonnegut hará gala de la ironía más incisiva en una ridiculización de la naturaleza humana y su lugar en el Universo, donde no faltarán referencias que harán sonreír a los que estén familiarizados con el planeta Tralfamadore.


1 comentario:

andres alberto dijo...

el fragmento que citaste el lo más. es un genio vonnegut. yo hace años que busco en librerías y en la web El desayuno de los Campeones pero es inconseguible en castellano, en argentina.
me gustó el post.