domingo, agosto 30, 2009

Génesis.

Te burlas de mí por la brevedad de mi vida, pero es precisamente ese miedo a morir lo que me infunde vida. Soy el pensador que piensa en el pensamiento. Soy curiosidad, soy razón, soy amor y soy odio. Soy indiferencia. Soy el hijo de un padre, quien a su vez es hijo de otro padre. Soy la razón por la que mi madre reía y la razón por la que lloraba. Soy asombro y soy asombroso. Sí, el mundo puede pulsar tus botones cuando pasa por tu sistema de circuitos. Pero el mundo no pasa a través de mí. Se queda en mí. Yo estoy en él y él está en mí. Yo soy el medio a través del cual el universo se ha conocido a sí mismo. Soy eso que ninguna máquina podrá fabricar nunca. Soy el significado.


Génesis. Bernard Beckett.


Hoy he hecho un pequeño descubrimiento. Es uno de esos tesoros que te hacen recordar, por ejemplo, por qué te gusta tanto leer, o por qué mantienes el perfil inmaduro del curioso indagador. Se titula Génesis y, como ocurre con la mayoría de los grandes detalles, no destaca por su tamaño (por su extensión, diríamos en este caso) sino por la dimensión de su contenido. Amparado en este patrón, me escaquearé de dar una descripción detallada porque, además de destrozar la novela, resultaría bastante pobre ante la experiencia de leerla personalmente. El argumento se desarrolla a finales de este siglo y se centra en una estudiante llamada Anaximandro que decide presentarse al examen de ingreso en la Academia, una especie de organismo gubernamental. Durante la prueba, Anax se verá sometida al escrutinio del tribunal, que la acosará con una serie de preguntas -concernientes la vida de Adán, un importante personaje de su historia reciente- que, en ocasiones, conllevarán una carga ética o filosófica adicional. Sus respuestas marcarán la pauta del relato, atrapando poco a poco al lector en lo que algunos se han empeñado en llamar un thriller filosófico.


Sobre su autor, Bernard Beckett, transcribo la información que aparece en la solapa de mi edición:


Bernard Beckett (Nueva Zelanda, 1967) es uno de los más prestigiosos escritores neozelandeses. Su obra, formada por ocho novelas de literatura juvenil y un ensayo científico, ha sido galardonada en numerosas ocasiones. Génesis, su último libro, surgió durante el año que Beckett dedicó a investigar en el Allan Wilson Centre for Molecular Evolution y se convirtió en un éxito sin precedentes en su país. Tras ser «descubierta» por un editor australiano, la novela será objeto de un gran lanzamiento en Gran Bretaña y será traducida a veinte lenguas. En la actualidad, Bernard Beckett es profesor en la región de Wellington.

4 comentarios:

Darthz dijo...

Pues creo que te vi por Ociozero estos días hablando de ella. Y al leer esto me ha parecido que se puede acercar a un tesoro. La cosa es que con tan poca información no me entran las suficientes ganas de hincarle el diente. El argumento que cuentas, a priori, no me suscita demasiado interés, aunque estoy seguro de que en la novela todo gana de manera muy distinta, tal como la pones. Desde luego ese párrafo colgado merece un elogio. Tal vez investigue más sobre ella, gracias de cualquier modo por la recomendación. A mí me ha pasado recientemente con un libro de relatos, eso de que te devuelvan las ganas de saber por qué te gusta tanto leer. Y es... hermoso.

Leralion dijo...

Siento mucho la falta de información, pero es que tiene que ser así para no romper el encanto. Si algún día lees la novela me entenderás.

Un saludo, Darthz.

Luis dijo...

Es curioso, nunca me había fijado en que la mayoría de los escritores son de los más prestigiosos.

Leralion dijo...

Hoy en día estamos perdidos como no sepamos vender.