Cuenta la leyenda que Shiva lanzó siete chakras que cayeron en distintas partes del mundo, desde donde todavía hoy irradian la energía divina. Cada uno de estos puntos se asocia con un cuerpo celeste, a saber: Jerusalén (el Sol), Delhi (la Luna), La Meca (Mercurio), Delfos (Venus), Roma (Marte), Cracovia (Júpiter), y Velehrad (Saturno).
En la colina de Wawel, junto al palacio real, se alza la catedral que alberga la cripta de san Stanislav. Una amalgama de capillas de estilos posteriores se han añadido a la nave principal, entre las que destaca la cúpula dorada de la capilla de Segismundo. Es en realidad la tercera iglesia construida en el lugar. Se cree que el centro de chakra reside en lo que fue el centro del presbiterio de la primera iglesia —consagrada a San Gereón—, de la que hoy sólo se conserva parte de los cimientos, a los que no se permite el acceso al público.
La energía de este punto se encargaría de proteger la ciudad de los desastres, hay quien atribuye a la piedra el librar a la ciudad de los devastadores efectos de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el siglo pasado las autoridades polacas desconocían por completo esta leyenda. Es de suponer que tampoco tuvieran conocimiento los reyes que habitaron en la colina y aún así el lugar llegó a cobrar gran relevancia como símbolo de fuerza y carácter espiritual en tiempos en que Polonia no existía como tal.
Se cuenta que un viajero hindú llegó al lugar en los años veinte y se interesó por los restos de la iglesia de San Gereón. A esta primera visita siguieron muchos peregrinos que acudían al lugar a meditar. Aunque la verdadera sorpresa llegó con la solicitud de una delegación del gobierno hindú dirigida por el primer ministro para acudir a las ruinas en visita oficial sin ser interferidos por extraños.
Tras una esotérica investigación del lugar se han publicado resultados que afirman la existencia de tal concentración de energía en el lugar, pero la administración sigue negando su existencia.
En la colina de Wawel, junto al palacio real, se alza la catedral que alberga la cripta de san Stanislav. Una amalgama de capillas de estilos posteriores se han añadido a la nave principal, entre las que destaca la cúpula dorada de la capilla de Segismundo. Es en realidad la tercera iglesia construida en el lugar. Se cree que el centro de chakra reside en lo que fue el centro del presbiterio de la primera iglesia —consagrada a San Gereón—, de la que hoy sólo se conserva parte de los cimientos, a los que no se permite el acceso al público.
La energía de este punto se encargaría de proteger la ciudad de los desastres, hay quien atribuye a la piedra el librar a la ciudad de los devastadores efectos de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta el siglo pasado las autoridades polacas desconocían por completo esta leyenda. Es de suponer que tampoco tuvieran conocimiento los reyes que habitaron en la colina y aún así el lugar llegó a cobrar gran relevancia como símbolo de fuerza y carácter espiritual en tiempos en que Polonia no existía como tal.
Se cuenta que un viajero hindú llegó al lugar en los años veinte y se interesó por los restos de la iglesia de San Gereón. A esta primera visita siguieron muchos peregrinos que acudían al lugar a meditar. Aunque la verdadera sorpresa llegó con la solicitud de una delegación del gobierno hindú dirigida por el primer ministro para acudir a las ruinas en visita oficial sin ser interferidos por extraños.
Tras una esotérica investigación del lugar se han publicado resultados que afirman la existencia de tal concentración de energía en el lugar, pero la administración sigue negando su existencia.
2 comentarios:
¿Y no han hecho una peli de eso? Entonces no existe =)
Besos, y ya sabes, pasa fotosssssssssssssss
Todavía no tengo fotos. Y me da que voy a tardar en tenerlas.
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