lunes, noviembre 21, 2011

Constructores de mundos.

Se trataría del descubrimiento más importante de todos los tiempos: no estamos solos en el Universo. La estrella Taranis se encuentra a veintiún años luz de la Tierra, en la constelación de Eridanus. A su alrededor, se organiza un sistema planetario, como tantos descubiertos hasta la fecha. Su tercer planeta interior, Epona, sufre una glaciación prácticamente eterna. Sin embargo, este mundo presenta un ciclo climático muy peculiar. Cada cien millones de años la actividad geológica sube la temperatura hasta valores adecuados para la vida durante un periodo que dura aproximadamente diez millones de años. Los científicos han descubierto una sorprendente variedad de formas alienígenas adaptadas a estas condiciones ecológicas. No es ciencia ficción, se trata de un proyecto multidisciplinar iniciado durante un congreso de la organización CONTACT en 1993. En él se estructuraron dos grupos de trabajo. Uno de ellos crearía un mundo virtual alienígena, otro describiría una civilización humana capaz de llevar a cabo vuelos interestelares. La meta del proyecto consistía en simular un primer encuentro. Más de una treintena de especialistas de un abanico de campos que van desde la astrobiología, la química, la antropología… hasta la literatura de ciencia ficción, se congregaron en torno a Martyn J. Fogg cuando distribuyó el boletín Cultures Of the Imagination Mundi Newsletter (COTI Mundi). En 1995 se creó un grupo estable, WorldBuilders, que continuó con el trabajo de diseño de Epona. El resultado es un gran esfuerzo de creatividad y cooperación que pretende recrear la complejidad de un mundo que se fue desarrollando con cada nueva conferencia. En la página web se ofrecen datos de su geografía, características climáticas, esquemas filogenéticos de sus formas de vida, historia geológica, detalles anatómicos de criaturas y plantas y un largo etcétera de matices que invito a descubrir.

4 comentarios:

Luna dijo...

Aquello que en un tiempo sólo parecía ciencia ficción, es hoy cada vez más probable.


Besos

Mi casa de juguete dijo...

Y qué fácil es perderse en tanta inmensidad...

Anónimo dijo...

¡Qué completo! Viendo que con frecuencia la realidad supera a la ficción, no puedo ni imaginarme la variedad y rareza que tendrá la vida extraterrestre, si es que la hay y algún día la hallamos...

Leralion dijo...

@Luna: Quién iba a decir que hoy seríamos capaces de estudiar mundos que orbitan otras estrellas y sin embargo no seríamos capaces de pisar Marte. Uno nunca sabe qué dirección tomarán los nuevos descubrimientos.

@Aida: A mí me gusta decir que por mucho que te acostumbres a manejar cada día cifras como los cientos de miles de millones de estrellas en nuestra galaxia o los trece mil millones de años de edad del Universo, realmente sólo somos incapaces de asimilar (más allá de lo abstracto o lo simbólico) cifras cotidianas, como dos bocadillos o veinte trozos de queso... qué hambre me entra siempre a media mañana.

@Miguel: Lo que se aborda aquí, más allá de un ejercicio que pueda sacar a la luz más preguntas que respuestas, me parece una empresa inalcanzable. Ya sólo aislando cualquiera de las disciplinas (recreación de una sociedad por parte de los antropólogos, de la historia del planeta por parte de los geólogos; para la confección de unas condiciones ecológicas realistas ya se necesitaría comunicación entre campos), su labor me parece inconmensurable. Ni me imagino lo lejos que queda el enfoque holístico que se pretende.

¡Gracias por comentar! :)