Una de las mayores satisfacciones que da la lectura son esos descubrimientos ocasionales que cuestionan el sentido de toda tu vida anterior. Son pequeños tesoros que se van consolidando en tu mente a medida que pasas las páginas. Novelas que cuando se terminan materializan una dimensión desconocida hasta entonces de la realidad; conjuntos redondos de arquitectura mental, la configuración de sinapsis perfecta que da lugar a una suerte de catedrales emergentes en nuestro páramo interior. Es un sentimiento rotundo de sobreexcitación, un reconocimiento de brillantez, y es, cómo no, sorpresa.
Las listas -los títulos-, como siempre, son subjetivas. Lo importante es comprobar que cualquiera que sea el órgano que utilicemos para captar algo tan maravilloso sea tan mudable y acaso tan olvidadizo como para permitirnos sentirlo una y otra vez con cada una de esas lecturas especiales.
Escribo estas líneas a raíz de mi última revelación de esta índole: El nombre de la rosa, de Umberto Eco, que es una de esas novelas magistrales en las que se van construyendo pisos que te acercan a esa acrópolis intelectual. Pero lo mismo pude haber escrito tras terminar muchas otras, para nada comparables entre sí, como Lord Jim, de Joseph Conrad; Crónicas marcianas, de Ray Bradbury; La insoportable levedad del ser, de Milán Kundera; o El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde; sólo por poner algunas. Porque cada una te acerca a la ciudadela por una escalera distinta.
4 comentarios:
ooh, a mi también me marcó "El retrato el Dorian Gray" y "La isla del Tesoro" y "Dr. Jekyll y Mr. Hyde" y un monton mas.... jaja
Esa sensación de ser seducido y definitivamente atrapado.
Besos
Me sorprende que no hubieras leido aun "El nombre de la rosa"... es que eres unos cuantos anyos mas joven que yo, pero cuando yo tenia (del orden de) 16, absolutamente todo quisque la leyo, hasta los que nunca leian libros de mas de 25 paginas. A lo mejor fue una eleccion personal, tipo "no leo libros que leen los que no leen libros!"... y "Cronicas Marcianas" para mi fue un descubrimiento de un mundo aparte...
@Alberto: Me compré la novela hace años porque alguien me la recomendó, o porque leí algún comentario acerca de ella -no recuerdo bien-; de todos modos, como bien dices, "El nombre de la rosa" requiere de pocas presentaciones a día de hoy. El caso es que no sé por qué la fui dejando y dejando (tendré más de un centenar de libros por leer, así que es inevitable ir posponiendo...). La puse la primera de la lista en cuanto vi que la gente relacionaba mi relato "El faro" con la novela, y ahora que veo los paralelismos casi me alegro de haber aplazado la lectura, porque de haber leído antes la novela de Eco probablemente no hubiese escrito ese relato.
Gracias a todos por comentar. :)
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