Alguno dirá: ¿qué me está vendiendo? Sí, sé que todos habéis recurrido a la etimología y deducido el significado de la palabra. Pues eso mismo, tomar planetas agrestes, colonizarlos e inducir los cambios necesarios para que las condiciones sean aptas para la vida humana.
Es un proyecto impresionante, tremendamente grande que supera a todo un puñado de generaciones. Por supuesto, económicamente impensable.
Cierto que el ser humano tiene curiosidad y afán de expansionismo. Pero tal envergadura supera al propio individuo. Pensar como Humanidad nos resulta mucho más difícil. Y no son pocas las dificultades que se presentan.
La primera es el viaje, los planetas que posean la mayoría de las características deseadas pueden estar a años luz de nuestro sistema.
Hay que seleccionar un planeta adecuado. Superficie rocosa, tener los pies en el suelo suele ser muy importante. Tamaño similar a
Una vez reunidas éstos y otros muchos requisitos que se me escapan, un vasto proyecto tecnológico podría encauzar todos los parámetros hacia unas condiciones aptas para la vida terráquea. Condiciones para que haya agua. Algo tremendamente complicado, dado que no somos capaces siquiera de controlar nuestro clima. De lograr algo viable llevaría muchísimo tiempo, y los beneficios económicos se percibirían demasiado tarde. No obstante, no faltan optimistas que piensan que en un futuro podría ser posible llevar a cabo algo así, incluso en planetas de nuestro Sistema Solar.
Pero, admitiendo todo esto, quería hacer hincapié en las consideraciones éticas de todo este asunto. A veces, en cuanto pensamos en colonias espaciales, nos imaginamos mundos tremendamente industrializados y avanzados tecnológicamente, dando por hecho que en cuanto nos planteáramos modificar un planeta yermo lo adaptaríamos a nuestras necesidades. Sin embargo, también existe la postura de que de igual manera pretendemos preservar el medio natural en nuestro planeta, incluso en zonas agrestes como
Y ya ni hablar de la posibilidad de vida autóctona en el nuevo planeta. No hablo necesariamente de conejos trompeteros. Organismos microscópicos difíciles de detectar, o vida de naturaleza desconocida que pudiera pillarnos desprevenidos. Incluso pasarnos inadvertida en un principio.
Puede que la humanidad sea vulnerable reduciendo su existencia a un minúsculo planeta expuesto a sufrir un choque con un meteorito en cualquier momento, o esperando una época de glaciación. Pero quizás nos convirtamos en depredadores de las estrellas si no pensamos en las consecuencias de la llamada miasma humana extendiéndose de mundo en mundo.
Pero esto ya pertenece a un hipotético futuro muy remoto. La cuestión actual es la necesidad de colonizar mundos y cómo llevar a cabo tal cosa.
4 comentarios:
¿Por qué tenemos la necesidad de colonizar mundos? No parece imprescindible.
En el último párrafo no la estoy afirmando sino cuestionando.
Los argumentos que se emplean, como he dicho, se basan en la reducción de probabilidades de supervivencia al confinar la vida en un solo planeta.
Además hay "maltusianos" que consideran que el crecimiento demográfico se descontrolará.
Yo creo que es el futuro, el hombre siempre tiende a ir hacia adelante, si hemos progresado fue al cuestionarnos el presente, a pensar que siempre puede haber algo mejor...y si pensamos como especie, esta claro que vivir en un unico lugar, nos hace facilmente extingibles.
Por mi parte creo que aunque no haga falta, debemos ir a las estrellas.
Yo si kiero viajar al espacio!!! para conocer al principito :) y a bender :):)
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